07 noviembre, 2010

Non e ancora finita

Pues empezó noviembre, casi sin darme cuenta. Primer día del mes para vaguear, pasear bajo la niebla, reflexionar. Segundo para sacudirse los pensamientos bailando salsa al ritmo de 123, 567, con setenta complicado y tócale la t…

Llega el miércoles relajado y al anochecer me doy cuenta de que he perdido 4 horas de clase por no mirar el horario (las clases de interpretación cambian cada día, y hay que estar siempre alerta, pendiente del horario online). Siento una especie de frustración crónica, aunque me tranquilizo al hablar con mi coordinadora al día siguiente.

Así que prosigo el jueves con una conferencia sobre Obama y la parte final del film “Capitalism, a love story”, de Michael Moore. No es que aprenda nada nuevo, pero es interesante analizar ese país que se considera el líder moral de la humanidad y que es, en tantos aspectos (Tea Party, entre otros), completamente incompresible.

El viernes, una par de horas de literatura inglesa me dan para darme cuenta de que en realidad la filosofía tras la bella prosa de Hemingway no me gusta. ¿Será posible tener una visión tan superficial y negativa de las mujeres? Por suerte comienzo a leer The things they carried, de Tim O’Brian, y se me borra la desilusión. Este es sin duda uno de los libros que, a mi entender, mejor retratan la guerra (en este caso de Vietnam, pero en cierto modo todas las guerras). Os dejo un trocito de adelanto, pero os recomiendo su lectura:

“A red clay trail outside of the village of My Khe.

A hand grenade.

A slim, dead, dainty young man of about twenty.

Kiowa saying, “No choice, Tim. What else could you do?”

Kiowa saying, “Right?”

Kiowa saying, “Talk to me”

Forty-three years old, and the war occurred half a lifetime ago, and yet the remembering makes it now. And sometimes remembering will lead to a story, which makes it forever. That’s what stories are for. Stories are for joining the past to the future. Stories are for those late hours in the night when you can’t remember how you got from where you were to where you are. Stories are for eternity, when memory is erased, where there is nothing to remember except the story.”

El sábado sale el sol y salimos hacia Módena. La ciudad respira italianidad por todos sus poros: bicis, arquerías, cafés, charcuterías… Tras descubrir que el duomo está en obras, nos contentamos con pasearnos por su particular interior. Y he de mencionar el maravilloso plato de tortelloni alla zucca… miam!

Pero no todo desprende tanto optimismo. El inicio de un nuevo mes significa que esto se va acabando. Sobre todo porque es muy probable que, como he descubierto esta semana, vuelva sólo un par de días después de navidad, ya que todos mis exámenes se concentran en una semana. Eso hace que mi partida se delante de golpe casi un mes y medio, y ponga la fecha en un 23 de diciembre, es decir, en 6 semanas...

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