19 diciembre, 2010

Non ci resta che piangere

It seems incredible, but, ladies and gentlemen, this is it. This will be the last entry of my blog written from Italy. Three months have passed, and when I think of all the things that happened in Via Quartaroli 15, it feels like a lot more:

I have had great flat mates. We have shared a 1st of November lying in bed. We have had fireman rescue us… from a closed door! We have laughed a lot, about everything, and about nothing. We have had a crazy-lovely cat called gatto. Or milka. Or pitbull. Or catto. We have played a stupid game of trying to find words that started with a letter, until 1 AM. We have talked our own code, only understood by us (what a nice door, the 3 men of the flat, FML). We have spent many hours talking politics, exams, life…

And even though so much has happened, it sometimes feels like much less. With so many people, I feel I didn’t really get the chance to know them. But what I got to know made my stay a better one. So I can only thank all of you for the short and long moments we’ve shared along this adventure. I wish I could do more. I wish I could stay longer. Yes, I sometimes wish I could stop time.

13 diciembre, 2010

Dolce fare niente, L'infinito è dietro lei, Come la fortuna, Coraggio

Dolce fare niente

Tras unos meses enfrentándome a lo desconocido, nada mejor que una cara conocida para tomar un merecido descanso. Así que abandoné mis lecturas frenéticas de periódicos, mis quehaceres universitarios diarios y demás preocupaciones cotidianas para recrearme en el dolce fare niente tan típico de este país.

Buena comida, visitas a las ciudades vecinas y un poco de despreocupación sientan bien a cualquiera. Si lo aderezamos con largas charlas, por fin en español, la mezcla es perfecta. ¿Y para qué tanto recargar pilas? Pues para Roma, certamente….

L'infinito è dietro lei

Roma… ¿Qué decir de esta ciudad eterna, que ha sobrevivido el paso de las civilizaciones más variopintas? Pasear por sus calles es encontrarse a cada esquina con una sorpresa surgida de otra época lejana, o de hace a penas unos minutos, del las columnas romanas a los souvenirs para turistas que se fueron con el final del verano.

Para mi Roma son vistas desde lo alto. Infinitud de antiguos vestigios. Destellos de la grandeza antigua. Un palimpsesto de mil y una capas.

Mientras, en las orillas del Tevere creo estar en París, una plaza del trastevere me recuerda Tirso de Molina, en un bar de blues me siento como en Chicago… Pero el capuccino matutino acompañado de un rico dolce, me despierta cada mañana con la certeza de que no, de que esto es sin lugar a dudas Italia. Y el gelatto. Y el tiramisú. Y la pasta. Y el bocadillo de prosciutto con mozzarella preparado amorosamente por un viejecito entrañable.

Me voy con la sensación de que dejo en esta ciudad una larga retahíla de buenos recuerdos. Noviembre dulce.

Come la fortuna

Diremos que la buena suerte tiene que acabarse, así que empecé este ultimo mes del año, que ha sido sin duda uno de los mejores de mi vida, cayéndome y con el pie consecuentemente semi-escayolado.

Podría tener una historia increíble que contar, podría decir que me caí esquiando una pista negra en Mont Blanc mientras los viandantes miraban atónitos. Una que no sabe ni siquiera esquiar, y mírala lanzándose de cabeza por la pista más peligrosa. Sí, eso, podrían haber dicho los espectadores, ojipláticos ante mi bravura. Pero no, la cuestión es que me caí al levantarme de la cama. Sin embargo, la estupidez del acto no quita que haya estado 7 días en la cama. Por lo menos he tenido tiempo de leer La casa de los espíritus, que por cierto os recomiendo.

Coraggio

Me he perdido gran parte de la visita de mi queridísima Marina (aunque me pasee en carrito de la compra por Forlì). Tampoco he podido ir a Edimburgo a visitar a mi lady Napuka. No se puede todo en esta vida y a veces hay que aceptar que es así, que la suerte cambia, y no siempre a mejor.

Pero ahora me estoy recuperando, y ya puedo comenzar a caminar como siempre, les pieds sur le sol mais la tête dans les étoiles, mientras va acabándose el año y mi estancia por igual.

14 noviembre, 2010

Il meglio deve ancora venire

En esta semana hay poquito que subrayar. Clase tras clase va avanzando el curso y empiezo a conocer más gente italiana, así que además de mejorar mi “cultura general” para las clases de interpretación, voy conociendo nuevas palabras italianas.

A parte de ello, este martes fue el aperitivo belga, al que participé como degustadora solamente (no tuve tiempo para cocinar nada). Luego me pasé por la clase de salsa, a la que agregué, el miércoles, un par de horas de hiphop intentando seguir una coreografía con moonwalk lateral incluido. Sólo diré que menos mal que la música era buena (shake ya pompom y low) y cuando nos perdíamos podíamos improvisar.

El resto de la semana ha pasado tranquilito, con muchos deberes porque a partir de ahora tengo mil y una visitas que me harán (por fin) desconectar, así que he tenido que adelantarme al trabajo. Todo ello no me ha impedido, de todos modos, salir ayer a casa de unos amigos a celebrar un cumpleaños y volver envuelta en una niebla densa y misteriosa.

07 noviembre, 2010

Non e ancora finita

Pues empezó noviembre, casi sin darme cuenta. Primer día del mes para vaguear, pasear bajo la niebla, reflexionar. Segundo para sacudirse los pensamientos bailando salsa al ritmo de 123, 567, con setenta complicado y tócale la t…

Llega el miércoles relajado y al anochecer me doy cuenta de que he perdido 4 horas de clase por no mirar el horario (las clases de interpretación cambian cada día, y hay que estar siempre alerta, pendiente del horario online). Siento una especie de frustración crónica, aunque me tranquilizo al hablar con mi coordinadora al día siguiente.

Así que prosigo el jueves con una conferencia sobre Obama y la parte final del film “Capitalism, a love story”, de Michael Moore. No es que aprenda nada nuevo, pero es interesante analizar ese país que se considera el líder moral de la humanidad y que es, en tantos aspectos (Tea Party, entre otros), completamente incompresible.

El viernes, una par de horas de literatura inglesa me dan para darme cuenta de que en realidad la filosofía tras la bella prosa de Hemingway no me gusta. ¿Será posible tener una visión tan superficial y negativa de las mujeres? Por suerte comienzo a leer The things they carried, de Tim O’Brian, y se me borra la desilusión. Este es sin duda uno de los libros que, a mi entender, mejor retratan la guerra (en este caso de Vietnam, pero en cierto modo todas las guerras). Os dejo un trocito de adelanto, pero os recomiendo su lectura:

“A red clay trail outside of the village of My Khe.

A hand grenade.

A slim, dead, dainty young man of about twenty.

Kiowa saying, “No choice, Tim. What else could you do?”

Kiowa saying, “Right?”

Kiowa saying, “Talk to me”

Forty-three years old, and the war occurred half a lifetime ago, and yet the remembering makes it now. And sometimes remembering will lead to a story, which makes it forever. That’s what stories are for. Stories are for joining the past to the future. Stories are for those late hours in the night when you can’t remember how you got from where you were to where you are. Stories are for eternity, when memory is erased, where there is nothing to remember except the story.”

El sábado sale el sol y salimos hacia Módena. La ciudad respira italianidad por todos sus poros: bicis, arquerías, cafés, charcuterías… Tras descubrir que el duomo está en obras, nos contentamos con pasearnos por su particular interior. Y he de mencionar el maravilloso plato de tortelloni alla zucca… miam!

Pero no todo desprende tanto optimismo. El inicio de un nuevo mes significa que esto se va acabando. Sobre todo porque es muy probable que, como he descubierto esta semana, vuelva sólo un par de días después de navidad, ya que todos mis exámenes se concentran en una semana. Eso hace que mi partida se delante de golpe casi un mes y medio, y ponga la fecha en un 23 de diciembre, es decir, en 6 semanas...